Fuentes de luz duraderas
Por Lisa / 15 de abril de 2024
En un mundo sostenible, las fuentes de luz sostenibles desempeñan un papel cada vez más importante. Estas alternativas energéticamente eficientes, como las lámparas LED, no sólo ofrecen opciones ecológicas, sino que también ayudan a reducir los costes energéticos.
¿Qué fuentes de luz son más económicas?
En general, las bombillas LED son las más económicas en cuanto a consumo de energía. Suelen tener la potencia más baja en comparación con las bombillas incandescentes y de bajo consumo para la misma cantidad de salida de luz (medida en lúmenes). Aunque las bombillas de bajo consumo también se consideran eficientes desde el punto de vista energético en comparación con las bombillas incandescentes, suelen tener un consumo de energía más elevado que las bombillas LED y tardan algún tiempo en alcanzar la máxima luminosidad. Además, las bombillas de bajo consumo contienen mercurio, que puede ser un problema medioambiental cuando se desechan.
Las bombillas LED suelen durar más que las incandescentes y las de bajo consumo. Mientras que una bombilla incandescente estándar suele tener una vida útil de unas 1.000 a 2.000 horas y una bombilla de bajo consumo puede durar entre 6.000 y 15.000 horas, las bombillas LED pueden durar hasta 25.000 o 50.000 horas, dependiendo de la calidad y el uso. La larga vida de las bombillas LED las hace muy rentables a largo plazo, ya que no hay que sustituirlas tan a menudo como las fuentes de luz tradicionales. Esto contribuye a reducir los costes de mantenimiento y la producción de residuos.
¿Qué fuentes de luz no se calientan?
Las lámparas incandescentes utilizan un filamento que se calienta a alta temperatura, lo que produce la emisión de luz. Pero gran parte de esa energía no se convierte en luz, sino en calor. Por eso, después de estar encendidas un rato, las bombillas incandescentes dan sensación de mucho calor. Las bombillas halógenas funcionan de forma similar. También utilizan un filamento para producir luz por calentamiento. Aunque son ligeramente más eficientes que las incandescentes, siguen produciendo cantidades importantes de calor durante su uso.
Las bombillas LED, en cambio, no se calientan tanto como las fuentes de luz tradicionales. Funcionan de forma completamente distinta a las bombillas incandescentes y halógenas tradicionales. En lugar de calentar un filamento, los LED utilizan materiales semiconductores para convertir la electricidad directamente en luz. Son supereficientes en este proceso, y casi no producen calor. Por eso, cuando tocas una bombilla LED, como mucho la sientes tibia.
¡Atención! Las bombillas LED con un elevado número de lúmenes (más de 500) pueden calentarse mucho.
